Como sabemos, los OKRs -un sistema de metas colectivas e individuales que convergen hacia las metas globales de la empresa- aportan grandes diferencias a las organizaciones. Además de tener ciclos más cortos, también son más transparentes que las metas tradicionales, más flexibles y menos vinculados a la remuneración. Para que la empresa logre los resultados deseados, puede definir OKRs o proyectos, según el contexto del equipo o de la persona involucrada.

En este artículo, presentaremos las principales diferencias entre ellos, así como sugerencias sobre cuándo pueden utilizarse. Continúe con la lectura y descubra más.

¿Cuál es la diferencia entre los OKR y los proyectos?

La diferencia entre los OKR (metas que se despliegan en resultados clave) y los Proyectos radica básicamente en la forma en que se redactan y alcanzan. Vea cómo funciona.

1. Proyectos

Suelen estar más orientados al esfuerzo. En otras palabras, son un conjunto de esfuerzos/ resultados que no dependen de indicadores para medir su éxito. Por lo tanto, cuando tenemos una serie de tareas que hay que completar con una determinada cadencia/secuencia, tenemos un proyecto. Por lo general, los rendimientos que componen un proyecto se escriben como "hacer, validar, entregar, cumplir, etc.".

Ejemplo

Proyecto: Implantar un área de Customer Marketing en la empresa

Proyecto: Implantar un área de Customer Marketing en la empresa

Entregable 1: validar la idea con el Consejo Directivo

Entregable 2: definir los empleados que formarán parte de esta área,

Entregable 3: implementar cursos para un mejor conocimiento de la zona

Entregable 4: alinear el equipo de marketing con el equipo de Éxito del Cliente (Customer Success) y/o Experiencia del Cliente (Customer Experience)

Entregable 5: comprender las necesidades de los clientes

Entregable 6: definir un cronograma.

2. Objetivos (objetivos que se convierten en resultados clave)

Los OKRs (objetivos que se convierten en resultados clave) dependen de los indicadores/KPIs para que se demuestre su éxito. Es decir, no se construyen al estilo "check list" sino como una meta, con un valor inicial y final numérico, objetivo y plazo.

Los objetivos son más inspiradores ("Ser un referente en la producción de contenidos centrados en los RRHH") y los OKR se centran en cuantificar el éxito ("Aumentar la producción de nuevos materiales en un 50%").

Ejemplo:

Objetivo: Ser una referencia en la producción de contenidos centrados en los RRHH

Resultado clave 1: Aumento del tráfico orgánico del sitio web en un 50%.

Resultado clave 2: Aumentar en un 40% los clientes potenciales procedentes de nuestros contenidos

Resultado clave 3: Animar a 4 personas del equipo a escribir un contenido al mes

¿Cuáles son los errores más comunes en la construcción de OKRs y proyectos?

Ahora que sabe un poco más sobre la diferencia entre ambos, conozcamos algunos de los errores más comunes que se cometen al construir y aplicar los OKR y los proyectos:

No hacer un seguimiento regular de los OKR y los proyectos: es esencial que la persona responsable del OKR o del proyecto haga un seguimiento regular con su equipo;

Falta de comunicación y de alineamiento - como se ha dicho, los OKRs son metas individuales o de equipo que convergen en metas globales (lo que requiere un alineamiento entre áreas);

Vincular los OKRs a las bonificaciones: la motivación para alcanzar las metas debe estar vinculada al reto y no al premio.

En este contenido, podrás entender la diferencia entre proyectos y OKRs. Si quiere entender cómo una plataforma puede contribuir a esta implementación y al seguimiento de ambos, hable con nuestro equipo y aclare sus dudas!.